Vale he cambiado de lugar. La nueva edificación de la huerta que he cogido es esta, la barraca del Coixo Navarro. Una barraca protegida finales del siglo XVIII o principios del siglo XIX.
La encontré un poco de casualidad investigando sobre la opción que tenía anteriormente y me llamó mucho la atención. Ese mismo día fuimos Cris (una de las personas a las que va dirigido este proyecto) y yo a ver qué se contaba.
SENSACIONES:
Se accede por un polígono lo cual no es muy agradable, aunque ya situadas en la barraca te encuentras bastante aislado y rodeado de huerta. Lo primerísimo que nos llamó la atención fue el respeto que nos dio la enorme cubierta a dos aguas. No nos hacíamos idea de lo grande y alto que era aquello y la gran pendiente que tiene. Nos acercamos al patio este, donde encontramos un nisperero y un limonero - los nísperos buenísimos, según Cris - también hay una mesa de azulejos blancos moníiiisima que ya nos la imaginamos llena de turias y "cacaos" y una buena comida.
Por el portón podías ver el interior. Madre mía que mal rollo. Todo oscuro, salía un aire frio de ahí, había un cuadro... yo me cagué. Y encima descubrimos que la puerta estaba abierta. La idea sería armarse de valor y entrar algún dia... En fin, que nos encantó. Yo estaba emocionada, Cris estaba emocionada y empezamos a soñar como si ya fuera nuestra.